El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya ha hecho todo lo posible para torpedear los esfuerzos de protección climática de sus predecesores. Ahora quiere asestarles el golpe mortal con un paso drástico. Los gases de efecto invernadero ponen en peligro vidas humanas. Desde 2009, esta ha sido la simple idea básica sobre la base de la cual opera la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA). La Ley de Aire Limpio de EE. UU., que impone y hace cumplir legalmente los requisitos ambientales, especialmente para automóviles y camiones, se basa en ella.
La ciencia debe ser ignorada Ahora el gobierno de los Estados Unidos planea eliminar este llamado "hallazgo de peligro" y así ignorar oficialmente el conocimiento científico básico del calentamiento global provocado por el hombre. Según informes de los medios estadounidenses, la EPA ha presentado un documento a la Casa Blanca que revocaría la evaluación de amenazas. Esto está sucediendo a instigación de Trump, quien llevó a Lee Zeldin, un confidente desde hace mucho tiempo, a la silla ejecutiva de la EPA a principios de 2025.
"La administración Trump no sacrificará la riqueza nacional, la seguridad energética y la libertad de nuestra gente por políticas que restringen nuestras industrias, nuestra movilidad y nuestras opciones de consumo", dijo Zeldin en ese momento. La nueva regulación no se aprobará en los tribunales, sospecha el profesor de derecho y ex empleado de Biden al Washington Post. Sin embargo, hasta que haya una decisión judicial final, aún tendría un impacto significativo en la política climática de EE. UU. en los próximos años.
Entonces no habría límites legalmente vinculantes para las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector del transporte. El tira y afloja en los tribunales es inminente Lo más probable es que haya demandas de ambientalistas contra la abolición de la evaluación de riesgos. Esto no está legalmente justificado, dijo David Doniger de la ONG Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC) al Washington Post. "Están tratando de socavar completamente la Ley de Aire Limpio diciendo: 'Bueno, esto simplemente no es peligroso'. Esta afirmación está en clara contradicción con la evidencia", dice el abogado ambiental Doniger.
Si el cambio de sentido se mantiene en los tribunales, Trump puede anular prácticamente todas las restricciones sobre la liberación de gases de efecto invernadero. Debido a que Estados Unidos es el segundo mayor contaminador de gases de efecto invernadero detrás de China y tiene emisiones de CO₂ per cápita mucho más altas, esto sería un golpe devastador para la lucha global contra el cambio climático.
Un cambio radical aceleraría el cambio climático El objetivo de 1,5 grados de calentamiento global ya se ha incumplido prácticamente. Para lograrlo, el mundo tendría que reducir a cero todas las emisiones dañinas para el clima en tres años. Sin embargo, con la amenaza de un cambio radical en los EE. UU., el calentamiento global se aceleraría aún más.
Durante la campaña electoral del año pasado, el presidente de Estados Unidos, Trump, prometió repetidamente recortes significativos en la política ambiental y, bajo el lema "Perfora, bebé, perfora", la expansión de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas. Como candidato presidencial, recibió el equivalente a más de 85 millones de euros en donaciones de campaña del sector del petróleo y el gas.