El mundo del fútbol y de los negocios en Brasil quedó conmocionado tras conocerse que un joven empresario millonario, originario del estado de Rio Grande do Sul y de apenas 31 años de edad, decidió dejar en su testamento toda su fortuna al futbolista Neymar Jr., a pesar de que nunca lo conoció personalmente ni mantenía vínculo familiar alguno con él.
La herencia, valorada en aproximadamente 846 millones de dólares —cifra que equivale a más de 4 mil millones de reales—, incluye propiedades de gran valor en Brasil y en el exterior, acciones en compañías de renombre, una importante cartera de inversiones financieras y bienes de lujo que ahora pasarían a formar parte del patrimonio del astro brasileño.
El documento fue registrado oficialmente en una notaría de Porto Alegre y validado en junio de 2025, contando con la firma de dos testigos y dejando constancia de que el empresario actuaba en pleno uso de sus facultades, sin ningún tipo de presión o coacción. En el testamento, el millonario explicó las razones de su sorprendente decisión, indicando que siempre se sintió identificado con Neymar por la humildad que proyecta, su relación cercana con su padre y su visión desinteresada frente al dinero, características que le recordaban a su propio progenitor ya fallecido y que lo motivaron a convertir al futbolista en el destinatario de toda su fortuna.
Este hecho insólito ha generado un enorme revuelo mediático en Brasil y en el extranjero, con debates sobre la validez del testamento y las implicaciones legales y fiscales de un traspaso de semejante magnitud. De momento, las autoridades judiciales del país revisan el caso para garantizar que se cumplan todos los requisitos legales y que Neymar pueda aceptar la herencia conforme a derecho.
En caso de ser aprobado, el jugador deberá afrontar elevados impuestos de sucesión, lo que podría reducir de manera significativa la cifra neta a recibir, aunque aún así representaría un incremento multimillonario a su ya impresionante fortuna personal. Neymar, de 33 años, no se ha pronunciado públicamente sobre este acontecimiento, ya que mantiene el foco en su regreso al Santos, el club donde comenzó su carrera profesional, y en su gran objetivo de liderar a la selección brasileña en el Mundial de 2026.
La noticia, sin embargo, ha generado todo tipo de comentarios en redes sociales, entre quienes celebran el gesto altruista del empresario fallecido y quienes cuestionan la racionalidad de dejar semejante fortuna a una figura pública ya millonaria.
Más allá de la controversia, lo cierto es que este episodio marca un hecho sin precedentes en la historia del fútbol brasileño y vuelve a colocar el nombre de Neymar en el centro de la atención mundial, esta vez no por sus goles, sino por una inesperada herencia que cambiaría para siempre su ya privilegiada situación económica.