Estados Unidos puso fin de manera oficial a la excepción conocida como “de minimis”, que permitía la importación de paquetes con un valor inferior a 800 dólares sin el pago de aranceles. La medida, anunciada por la administración Trump y que entra en vigor con un periodo de transición
Estados Unidos puso fin de manera oficial a la excepción conocida como “de minimis”, que permitía la importación de paquetes con un valor inferior a 800 dólares sin el pago de aranceles. La medida, anunciada por la administración Trump y que entra en vigor con un periodo de transición de seis meses, ya está teniendo repercusiones inmediatas en el comercio internacional, ya que varios servicios postales y empresas de mensajería global han suspendido ciertos envíos hacia el territorio estadounidense.
La eliminación de esta exención tiene como objetivo aumentar los ingresos fiscales y reforzar el control sobre las importaciones, especialmente aquellas provenientes de plataformas de comercio electrónico extranjeras como Shein, Temu y AliExpress, que habían aprovechado la norma para introducir mercancías a bajo costo sin pagar impuestos.
El gobierno argumenta que la medida busca proteger a las industrias locales de la competencia desleal y garantizar condiciones más equitativas para los productores estadounidenses. Sin embargo, expertos advierten que la decisión podría tener un impacto negativo tanto para consumidores como para pequeños negocios.
Los compradores en línea se enfrentarán a mayores costos y tiempos de entrega más largos, mientras que las pequeñas empresas que dependen de suministros importados verán incrementados sus gastos operativos.
Analistas del sector señalan que esta política podría encarecer productos básicos como ropa, accesorios tecnológicos y bienes de consumo de uso cotidiano. A nivel internacional, la medida generó reacciones inmediatas en países exportadores, cuyos gobiernos manifestaron preocupación por la posible reducción en el volumen de comercio y por el precedente que podría sentar para nuevas barreras comerciales.
En paralelo, algunas naciones han comenzado a evaluar medidas de respuesta, incluyendo la imposición de tarifas adicionales a productos estadounidenses. El fin de la excepción “de minimis” marca un cambio importante en la política comercial de Estados Unidos y abre un nuevo capítulo en la disputa global por el control de los flujos de comercio electrónico.
Las próximas semanas serán clave para observar cómo se adaptan las empresas y los consumidores a un escenario en el que los costos de importar hacia el país más grande del mercado mundial aumentarán de manera significativa.