Apple ha solicitado oficialmente a la Unión Europea que derogue la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés), argumentando que su aplicación no ha impulsado la competencia, sino que ha generado nuevas vulnerabilidades para los usuarios. En un documento de 25 páginas remitido a la Comisión Europea en el marco de un procedimiento de revisión, la compañía sostiene que las medidas impuestas han debilitado la seguridad de sus dispositivos y creado riesgos innecesarios.
Uno de los puntos más controvertidos es la obligación de permitir tiendas de aplicaciones alternativas a la App Store en los iPhone y iPad. Según Apple, esta apertura forzada ha traído consecuencias negativas. “La Comisión Europea ha utilizado la DMA para crear un sistema más complejo y menos confiable, abriendo la puerta al fraude, al malware y a nuevas categorías de aplicaciones, incluida la pornografía, que nunca habíamos permitido y que exponen a los menores a riesgos inéditos”, aseguró la compañía.
El fabricante del iPhone también denuncia un trato desigual en comparación con otros actores del mercado. Mientras Apple fue catalogada como “guardián” y sometida a un intenso escrutinio, Samsung —líder en ventas de smartphones en Europa— no recibió la misma clasificación. La empresa afirma que ha sido objeto de medidas desproporcionadas, señalando que la Comisión ha iniciado cinco procesos en su contra, “más que contra todas las demás compañías combinadas”.
Además, Apple critica la rapidez con la que Bruselas ha avanzado en sus investigaciones contra ella, mientras los procedimientos contra otros gigantes tecnológicos se dilatan. En abril de este año, Apple fue multada con 500 millones de euros por supuestamente impedir que los desarrolladores de aplicaciones ofrecieran a los usuarios alternativas de compra fuera de la App Store.
La compañía calificó la sanción de “sin precedentes” y parte de una campaña para rediseñar el funcionamiento del iPhone bajo presión regulatoria. Apple advierte también que la amenaza constante de sanciones ha frenado la implementación de innovaciones en el mercado europeo. Como ejemplo, mencionó la nueva función de traducción en vivo de conversaciones en distintos idiomas en los auriculares AirPods de última generación.
La empresa asegura que, debido a la obligación de abrir el sistema a dispositivos de terceros, se corre el riesgo de que otras marcas accedan al contenido de las conversaciones, lo que comprometería la privacidad.
“Hemos diseñado Live Translation de tal manera que las conversaciones permanezcan privadas, procesadas directamente en el dispositivo, sin que Apple tenga acceso a ellas”, explicó la compañía en su blog oficial. Los equipos técnicos trabajan ahora en soluciones que permitan garantizar esa privacidad sin que los datos sean compartidos con fabricantes externos o desarrolladores.
La batalla entre Apple y la Comisión Europea refleja la tensión creciente entre las grandes tecnológicas y los reguladores europeos, en un escenario donde se enfrentan la innovación, la privacidad de los usuarios y la necesidad de garantizar mercados más abiertos y competitivos.