La reconocida actriz de Hollywood Tracee Ellis Ross, hija de la legendaria cantante Diana Ross y estrella de la exitosa serie “Black-ish”, se convirtió en la más reciente víctima de la ola de robos que afecta a celebridades en California. Según reportes policiales, un grupo de delincuentes irrumpió en su residencia de Los Ángeles y logró sustraer joyas y bolsos de diseñador valorados en más de 100.000 dólares. El incidente, que ocurrió mientras la actriz no se encontraba en la propiedad, forma parte de una creciente serie de crímenes dirigidos contra mansiones de figuras del espectáculo en la costa oeste, lo que ha generado alarma entre la comunidad artística. Tracee Ellis Ross, de 52 años, aún no se ha pronunciado públicamente sobre lo ocurrido, pero allegados a su círculo íntimo confirmaron que se encuentra en buen estado y que está colaborando con las autoridades en la investigación. La policía de Los Ángeles informó que las cámaras de seguridad de la zona captaron imágenes de al menos dos sospechosos, quienes habrían utilizado un vehículo de lujo para escapar rápidamente tras el robo. Este hecho se suma a otros recientes casos de robos a personalidades de la industria del entretenimiento, lo que ha reavivado el debate sobre la seguridad privada de las estrellas y la capacidad de respuesta de las autoridades locales frente a una ola delictiva cada vez más sofisticada. Tracee Ellis Ross, además de su carrera como actriz, es reconocida por su activismo en causas sociales y por su influencia en la moda, por lo que el ataque contra su hogar ha generado un eco mediático significativo. Mientras tanto, la investigación continúa y los expertos en seguridad advierten que la exposición pública de las rutinas y lujos de las celebridades en redes sociales podría estar siendo aprovechada por bandas organizadas para planificar estos delitos de alto impacto.