¡Qué actuación! La icónica actriz de Hollywood Angelina Jolie, a sus 50 años, deslumbró en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián con una presencia que pareció detener el tiempo: joven, radiante e impresionante. Durante su paso por la ciudad costera del norte de España, bañada por el mar Cantábrico, Jolie apareció con un estilo fresco y juvenil, apenas envejecida, luciendo melena suelta, uñas rojas y un aire glamuroso que evocaba los días dorados de las leyendas del cine clásico.
En cuanto a accesorios, apenas los necesitó: solo un grueso anillo de cóctel resaltó como una declaración de elegancia y sobriedad. Sin embargo, Jolie no solo acaparó titulares por su apariencia. Frente a las cámaras, se refirió directamente a la situación política en los Estados Unidos y dejó clara su postura: “Amo a mi país, pero no lo reconozco en este momento.
Estamos viviendo tiempos muy difíciles”, expresó la actriz, en alusión al clima político bajo la presidencia de Donald Trump. La artista presentó además su nueva película Couture, en la que interpreta a Maxine Walker, una directora de cine de terror encargada de rodar un cortometraje para una marca de moda francesa durante la Semana de la Moda de París. La trama se complica cuando Maxine recibe un diagnóstico de cáncer de mama y enfrenta, al mismo tiempo, el divorcio de su esposo.
Entre rodajes, citas médicas y la complicada relación con su hija, la protagonista se sumerge en un mundo de alta costura que le resulta ajeno, donde cruzará caminos con Ada (Anyier Anei), una modelo sursudanesa que recibe su primera gran oportunidad, y con Angèle (Ella Rumpf), una maquilladora que sueña con convertirse en escritora y sobrevive encadenando trabajos.
El papel encuentra paralelismos con la vida de la propia Jolie, marcada por dramas personales como su separación de Brad Pitt y la exposición mediática de sus intentos como directora. En 2013, la actriz reveló que se había sometido a una doble mastectomía preventiva y, posteriormente, a la extirpación de los ovarios, tras confirmarse que portaba una mutación genética hereditaria que elevaba de manera significativa el riesgo de cáncer de mama y de ovario.
“Perdí a mi madre y a mi abuela por este cáncer”, confesó, admitiendo que cada vez que habla de su madre se emociona hasta las lágrimas. Durante el rodaje de Couture, aseguró que pensó constantemente en ella y que la película, en cierta forma, le ayudó a sanar heridas. Con su presencia en San Sebastián, Jolie no solo volvió a demostrar por qué sigue siendo una de las grandes figuras de Hollywood, sino que también reafirmó su capacidad de conectar lo personal con lo artístico en un escenario de talla mundial.
El certamen vasco, considerado uno de los festivales de cine más prestigiosos junto a Cannes, Venecia y Berlín, fue el marco perfecto para que la estrella brillara tanto en la alfombra roja como en su faceta de creadora y narradora de historias íntimas y universales.