Un equipo de investigadores del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), en colaboración con científicos internacionales, ha realizado un hallazgo que podría cambiar la manera en que entendemos la evolución de las especies. En lugar de un proceso lento y gradual —como propuso Charles Darwin—, ciertas especies de gusanos habrían experimentado una reconfiguración genética radical para adaptarse del mar a la tierra, hace más de 200 millones de años. El estudio, publicado recientemente por la revista Science Advances, fue liderado por científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Pompeu Fabra en Barcelona.
🔬 Una transformación genética explosiva
El objeto de estudio fue un grupo de gusanos marinos que, tras colonizar entornos terrestres, no siguieron los pasos tradicionales de mutaciones acumulativas. En cambio, sus genomas muestran señales claras de una fragmentación masiva del ADN, seguida por un reensamblaje acelerado de múltiples regiones genéticas. “Lo que vimos no fue una transición paso a paso. Fue como si su ADN se hubiese desarmado y vuelto a ensamblar para adaptarse a un entorno completamente diferente”, explicó el investigador principal, el doctor Iñaki Ruiz-Trillo, del IBE. Este proceso coincide con lo que algunos científicos llaman “equilibrio puntuado”, una teoría propuesta en los años 70 que sugiere que las especies evolucionan en saltos rápidos después de largos períodos de estabilidad genética.
🌍 ¿Qué significa esto para la ciencia?
El descubrimiento no solo cambia el enfoque sobre cómo ciertos organismos se adaptan, sino que también respalda con evidencia genética una de las teorías más debatidas de la evolución. A partir del análisis de más de 100 especies de gusanos, los investigadores lograron mapear eventos evolutivos acelerados, visibles como rupturas y fusiones inusuales en los cromosomas. “Estos resultados nos muestran que los organismos tienen herramientas genéticas que pueden activarse en momentos críticos, permitiéndoles cambios drásticos para sobrevivir”, afirmó la doctora Laura Nuñez, coautora del estudio.
🧠 Un nuevo capítulo en la evolución
A diferencia de la visión darwiniana clásica, que plantea una evolución progresiva y constante, este hallazgo sugiere que en momentos de presión ambiental extrema, algunos seres vivos podrían recurrir a mecanismos genéticos alternativos para sobrevivir. Es decir, el ADN no siempre cambia con calma… a veces lo hace con violencia. Además, este caso abre nuevas preguntas en otras ramas científicas, como la genética médica, la biotecnología y la paleontología. ¿Podrían los humanos también tener mecanismos latentes para adaptarse a cambios bruscos? ¿Qué otros organismos han reescrito su genoma sin que lo sepamos?
🔎 Conclusión
Este descubrimiento marca un hito en la historia de la biología evolutiva. Lo que comenzó como un estudio sobre gusanos marinos podría terminar reescribiendo una parte importante de la teoría de la evolución tal como la conocemos. La ciencia, una vez más, nos recuerda que los límites del conocimiento están hechos para ser desafiados. Redacción: La Cruz del Sur – Sección Ciencia Fuentes: CSIC, Universitat Pompeu Fabra, Science Advances, ScienceDaily