El inicio del otoño en Europa ha mostrado un contraste notable entre el norte y el sur del continente. Mientras en gran parte de Europa se mantiene un clima tranquilo, países del sur como Italia, Croacia y Grecia enfrentan en estos momentos condiciones extremas generadas por un sistema de baja presión muy intenso. Las lluvias torrenciales, las tormentas eléctricas y las inundaciones amenazan seriamente a la población, las carreteras y las viviendas.
Según los meteorólogos, la zona de baja presión se desplaza sobre el sur de Italia, la costa croata y las islas griegas occidentales, provocando precipitaciones que superan los 50 litros por metro cuadrado en apenas 20 a 90 minutos, un volumen extraordinario que ha puesto en alerta máxima a varias regiones. En Italia, las áreas de Calabria y Puglia se encuentran entre las más afectadas, mientras que en Grecia las islas jónicas de Lefkada, Cefalonia y Zakynthos, así como el norte de la península del Peloponeso, sufren graves riesgos por la acumulación de agua.
En estas zonas se esperan hasta 200 litros de lluvia por metro cuadrado, lo que eleva las probabilidades de inundaciones urbanas, desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierra. Como consecuencia, calles, sótanos y pasos subterráneos han quedado anegados, mientras que las autoridades griegas han decretado el nivel de alerta rojo, el más alto en su escala de emergencias. El llamado a la población y a los turistas es claro: mantenerse informados, seguir las instrucciones oficiales y permanecer bajo techo siempre que sea posible, evitando traslados innecesarios hacia las zonas de mayor riesgo.
En medio de este panorama, Croacia también experimenta fenómenos meteorológicos de gran impacto. El joven cazador de tormentas alemán Luka Berheide documentó una espectacular tromba marina entre Split y Dubrovnik, sobre el mar Adriático. El tornado, que impresionó a numerosos turistas, fue captado en todo su ciclo de vida mediante una grabación en lapso de tiempo. No obstante, a pesar de las imágenes sorprendentes, la situación es grave: en varias aldeas croatas, el exceso de agua provocó que las alcantarillas expulsaran grandes chorros y varias carreteras debieron cerrarse temporalmente.
En contraste con este clima extremo, los Alpes ya muestran un adelanto inusual del invierno. A más de 2000 metros de altura, la nieve ha cubierto montañas y paisajes, generando postales invernales anticipadas. En el Tirol se reportaron hasta 20 centímetros de nieve fresca, mientras que picos como el Großglockner lucen desde hace días un manto blanco.
En Suiza, la situación también ha obligado al cierre temporal de pasos de montaña clave como el Susten, San Gotardo, Grimsel y Nufenen. Esta situación obliga a montañeros y excursionistas a extremar precauciones, pues las rutas de senderismo, vías ferratas y travesías en altura se han vuelto peligrosas debido al hielo y la nieve. Los expertos advierten que podrían registrarse nuevas nevadas en los próximos días, consolidando así la llegada prematura del invierno en la región alpina.