Rusia y China mantienen una calma sospechosa, con reacciones muy moderadas al ataque de Estados Unidos contra Irán. Hay buenas razones para esto, ya que ambos países tienen sus propios intereses en Irán ... En una primera declaración tras los ataques de Estados Unidos a las instalaciones nucleares de Irán, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso habla de una "decisión irresponsable" que viola el derecho internacional.
La reacción del Ministerio de Asuntos Exteriores de Pekín es muy similar, en el que se "condenan enérgicamente" los ataques. Las partes en conflicto, "especialmente Israel", deben cesar el fuego. ¿Por qué tan reservado? Ambos no quieren un Irán con armas nucleares, razón por la cual los ataques de EE.UU. en realidad los están acomodando, pero también tienen un gran interés en garantizar que no haya un cambio de régimen en Irán.
China debe parte de su auge económico a los suministros de petróleo barato de Irán, Putin le debe a Irán sus temidos drones, que utiliza en Ucrania. Y así, ni Moscú ni Pekín tienen ningún interés en que Irán se convierta en un Estado democrático de orientación occidental. Mientras tanto, el jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Viena, Grossi, convocó una reunión especial de la Junta de Gobernadores para hoy. Y el secretario general de la ONU, Guterres, advierte de las posibles consecuencias catastróficas de los ataques para todo el mundo.
La jefa de la UE, Von der Leyen, pide una solución diplomática, al igual que la canciller de Austria, Stocker. Ahora es el momento para ello. Y el Papa León XIV pide "el fin de la tragedia de la guerra". ¿Final rápido? Sin embargo, el mensaje que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió después de los ataques masivos contra las instalaciones nucleares de Irán, no debía malinterpretarse y fue una amenaza muy clara para el régimen iranie en Teherán: "¡Recuerden, todavía hay muchos objetivos!" La respuesta de Irán no fue menos escalonada: el ministro de Relaciones Exteriores, Araghji, habló de eventos "escandalosos" que tendrían "consecuencias duraderas".
Irán se reserva "todas las opciones" de acuerdo con el derecho a la legítima defensa para proteger su soberanía, sus intereses y su pueblo. Estados Unidos entiende "solo el lenguaje de la violencia". De hecho, los estadounidenses tienen alrededor de 40.000 soldados estacionados en varias bases de la región que podrían ser atacadas por Irán. Sin embargo, Estados Unidos ha ampliado masivamente sus capacidades de defensa aérea en torno a estas instalaciones militares en las últimas semanas. Teherán también podría contar con un ataque de la milicia hutí de Yemen, aliada de Irán.