Al parecer, el multimillonario tecnológico Elon Musk se está poniendo serio: el exasesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la formación de su propio movimiento político para acabar con el sistema bipartidista en Estados Unidos. Esto es para tener éxito con el "Partido América". Musk basó esta decisión en una encuesta que había distribuido a través de su cuenta en X el Día de la Independencia de Estados Unidos (4 de julio).
"En una proporción de 2 a 1, quieres un nuevo partido político y lo conseguirás", declaró finalmente el sábado. Y más allá: "Cuando se trata de llevar a nuestro país a la bancarrota a través del despilfarro y la corrupción, vivimos en un sistema de partido único y no en una democracia. Hoy, el Partido América se fundó para devolverles su libertad".
El sucio divorcio de los "primeros amigos"Musk apoyó la campaña electoral del presidente estadounidense Trump con unos 300 millones de dólares, y a cambio se le otorgó un puesto de asesor dentro del gobierno estadounidense. El sudafricano fue responsable de recortar drásticamente el gasto público (investigación, funcionarios, etc.). Pero los planes fiscales de Trump llevaron a la ruptura de los antiguos "primeros amigos".
Desde entonces, Musk ha estado agitando el sentimiento contra su antiguo aliado y amenazó a los republicanos con luchar políticamente contra ellos si aceptaban el controvertido paquete legislativo ("Big Beautiful Bill"). El paquete de leyes ya ha sido aprobado por ambas cámaras estadounidenses, la Cámara de Representantes y el Senado. Ahora, al parecer, Musk ha cumplido su amenaza.
Trump duda de los contratos gubernamentales En respuesta a las duras críticas de Musk, Trump reaccionó con palabras amenazantes el martes. Ahora quiere que se revisen los subsidios estatales para el fabricante de automóviles eléctricos Tesla y otras empresas de Musk. "Elon puede recibir más subsidios que cualquier otra persona en la historia, con diferencia". Sin este apoyo, Musk "probablemente tendría que cerrar su tienda" y regresar a Sudáfrica.
"No más lanzamientos de cohetes, satélites o producción de automóviles eléctricos, y nuestro país ahorraría una fortuna". Además de Tesla, el imperio empresarial de Musk también incluye la compañía espacial SpaceX y la compañía detrás del sistema satelital Starlink. Su nuevo objetivo ahora es derrocar a los legisladores que apoyen el "proyecto de ley Big Beautiful" de Trump en las primarias del próximo año.
Deberían estar "avergonzados de sí mismos", escribió Musk recientemente en su plataforma en línea X. Por cierto: según la Constitución de los Estados Unidos, el multimillonario no puede convertirse en presidente como sudafricano nativo.