Dormir mal no solo afecta el estado de ánimo o el rendimiento diario, también podría estar dañando directamente el corazón. Así lo revela un nuevo estudio publicado por la Universidad de Oxford en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que advierte que las personas que duermen menos de seis horas por noche tienen hasta un 30 % más de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares graves, como infartos o hipertensión.
El informe, que se basa en datos recopilados de más de 1.1 millones de personas en 47 países, concluye que la falta de sueño crónica está asociada con una alteración en los ritmos circadianos, el aumento del estrés oxidativo y una activación constante del sistema nervioso simpático, lo que lleva a inflamación sistémica y desgaste del corazón. “El corazón necesita descansar igual que el cerebro. Dormir es un proceso reparador.
Cuando lo interrumpimos una y otra vez, el cuerpo lo paga con presión alta, inflamación y riesgo de fallo cardíaco”, explicó la doctora Sarah Thompson, cardióloga del Centro de Investigación del Sueño de Londres. El estudio también alerta sobre el creciente fenómeno de la “sociedad sin sueño”, especialmente en grandes ciudades, donde las jornadas laborales extensas, el uso excesivo de pantallas y el estrés constante han reducido el promedio de sueño de los adultos a menos de siete horas diarias.
Además, se identificó que las personas que duermen mal tienden a desarrollar hábitos poco saludables, como mayor consumo de comida procesada, cafeína, alcohol y menor actividad física, lo que agrava aún más el riesgo para el corazón.
¿Qué puedes hacer para dormir mejor?
Los especialistas recomiendan adoptar una higiene del sueño saludable, que incluya: Dormir y despertar a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Evitar pantallas al menos 1 hora antes de dormir. Crear un ambiente oscuro, fresco y silencioso. No consumir cafeína o comidas pesadas por la noche. Realizar ejercicio físico moderado regularmente.
En resumen:
Dormir menos de 6 horas por noche aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. La falta de sueño afecta directamente los niveles hormonales, la presión arterial y la salud del corazón. Crear rutinas saludables de descanso podría salvar tu vida.