La inteligencia rusa arrestó al multimillonario Konstantin Strukov cuando intentaba huir de Rusia a Turquía a bordo de su jet privado. Strukov es el accionista mayoritario de uno de los mayores productores de oro de Rusia y es considerado un firme aliado del presidente Putin. Pero la semana pasada, circularon informes de que su empresa corría el riesgo de ser confiscada por el Estado ruso.
Desde su arresto, el pánico ha reinado entre los otros oligarcas rusos. La información apareció en el canal de Telegram "VChK-OGPU": el multimillonario ruso Konstantin Strukov fue interceptado por el servicio secreto ruso (FSB) en el aeropuerto de Chelyabinsk el sábado. Planeaba viajar a Turquía. Las imágenes lo muestran siendo interrogado a bordo de su avión de negocios Bombardier, valorado en más de 42 millones de euros.
Pasaporte extranjero Su pasaporte extranjero fue revocado por el Servicio de Migración del Ministerio del Interior ruso y fue confiscado, al igual que su avión. "El juez prohibió a Strukov y a su familia mudarse y viajar al extranjero", según "VChK-OGPU". Desde la semana pasada, el multimillonario ha sido acusado de corrupción. Se dice que adquirió ilegalmente acciones de la empresa Uzhuralzoloto (UGC).
El fiscal quiere retirar su participación mayoritaria (67,85%) en esta productora de oro y transferirla al Estado ruso. Está previsto que el martes se celebre una audiencia. Este caso ha provocado que el valor de las acciones de UGC se desplome, hasta el punto de que el Banco Central de Rusia suspendió su cotización el pasado viernes. La revista de negocios estadounidense Forbes estima que la fortuna de Strukov y su familia es de 1.900 millones de dólares (1.600 millones de euros).
Esto lo coloca en el puesto 2002 en el ranking de las personas más ricas del mundo. Varios países occidentales le han impuesto sanciones debido a sus actividades de apoyo al gobierno ruso. Lo mismo ocurre con el UGC. Pánico El efecto colateral de este asunto es que hay preocupación entre los oligarcas rusos. No es la primera vez que el Estado ruso se apodera de activos importantes.
El ritmo incluso se ha acelerado en el último año. Entre las empresas implicadas se encuentran una importante empresa comercializadora de cereales, el aeropuerto Domodedovo de Moscú y varios almacenes estratégicos para Rusia. Vadim Moshkovich, multimillonario y fundador de una de las mayores empresas agrícolas de Rusia, Rusagro, también ha estado en prisión preventiva desde finales de marzo, acusado de malversación de fondos, una acusación que él niega.
Según el economista Yevgeny Nadushin, Moscú debería seguir apoderándose de los activos nacionales en el futuro. "El apetito viene con la comida, y el estado necesita más dinero que el año pasado. Tal vez incluso más que en los tres años anteriores de la operación militar especial" (en otras palabras, la invasión de Ucrania),