Un reciente estudio publicado en la revista Nature Food ha revelado que no solo la cantidad, sino la diversidad de flavonoides que consumimos diariamente podría ser fundamental para mejorar nuestra salud y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Analizando datos de más de 124 000 adultos del Reino Unido, los investigadores encontraron que aquellos con una mayor variedad de flavonoides en su dieta presentaban un riesgo significativamente menor de mortalidad por cualquier causa, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, enfermedades respiratorias y ciertos tipos de cáncer.
Los flavonoides son compuestos bioactivos presentes en alimentos de origen vegetal, conocidos por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Entre los alimentos más ricos en flavonoides destacan el té negro y verde, las manzanas, las uvas, los frutos rojos, los cítricos, el vino tinto y el chocolate oscuro. En el estudio, el té representó la mayor fuente de estos compuestos (67 % de la ingesta total), seguido por las frutas y otros alimentos de origen vegetal. Pero lo realmente interesante es que no basta con consumir grandes cantidades de un solo tipo de flavonoide. El estudio demuestra que la variedad —es decir, incluir distintas subclases como flavonoles, flavanonas y flavan-3-oles— proporciona una protección mucho más amplia.
Las personas con la mayor diversidad en su consumo diario tuvieron una reducción del 14 % en el riesgo de muerte por todas las causas, 10 % menos riesgo de enfermedades cardiovasculares y hasta un 20 % menos de probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2. También se observaron beneficios respiratorios y en la prevención del cáncer, aunque en menor proporción. Este hallazgo toma especial relevancia considerando que más del 60 % de los participantes en el estudio presentaban sobrepeso u obesidad, el 25 % tenía hipertensión, y el 15 % colesterol alto.
Sin embargo, los efectos positivos de una dieta diversa en flavonoides se mantuvieron incluso en estas poblaciones de riesgo. En resumen, este estudio confirma que la salud no solo se encuentra en "lo que comemos", sino en la variedad con la que lo hacemos. Incluir diariamente frutas de distintos colores, té, vegetales, y otras fuentes de flavonoides puede convertirse en una estrategia poderosa y natural para prevenir enfermedades y vivir una vida más larga y saludable.